Como se recibe al Espíritu Santo

Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas,
conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad. (Hechos 2.4).

Recibir las promesas Bíblicas es condicional. Lo mismo ocurre si queremos recibir
salvación y, sanidad. —Es igual el ser bautizado por el Espíritu Santo. Déjeme
mostrarle algunas condiciones:

1. Ser convertidos

a. Los 120 ya eran convertidos cuando recibieron la promesa: 14 Todos se reunían y estaban constantemente unidos en oración junto con María, la madre de Jesús, varias mujeres más y los hermanos de Jesús. Hechos 1.14, 4 Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad. Hechos 2: 4

b. Los samaritanos ya lo habían aceptado: Cuando los apóstoles de Jerusalén oyeron que la
gente de Samaria había aceptado el mensaje de Dios, enviaron a Pedro y a Juan allá. 15 En cuanto
ellos llegaron, oraron por los nuevos creyentes para que recibieran el Espíritu Santo. 16 El Espíritu
Santo todavía no había venido sobre ninguno de ellos porque sólo habían sido bautizados en el
nombre del Señor Jesús. 17 Entonces Pedro y Juan impusieron sus manos sobre esos creyentes, y
recibieron el Espíritu Santo. (Hechos 8:14–17).

c. Los Efesios lo recibieron cuando creyeron:

Recibieron el Espíritu Santo cuando
creyeron? —les preguntó. —No contestaron—, ni siquiera hemos oído que hay un Espíritu Santo.
3 —Entonces, ¿qué bautismo recibieron? —preguntó. Y ellos contestaron: —El bautismo de Juan.
4 Pablo dijo: —El bautismo de Juan exigía arrepentirse del pecado; pero Juan mismo le dijo a la
gente que creyera en el que vendría después, es decir, en Jesús. 5 En cuanto oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Después, cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu
Santo descendió sobre ellos, y hablaron en otras lenguas y profetizaron. (Hechos 19.2–7).

2. Hay que creer —tener fe

a. Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y
hablarán nuevos idiomas. (Marcos 16: 17).

Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz,
cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. Pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado
en un madero». 14 Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le
prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu
Santo prometido. (Galatas 3:13, 14).

3. Es una orden

a. Entonces sopló sobre ellos y les dijo. Reciban al Espíritu Santo. (Jn 20.22).

b. Nosotros somos testigos de estas cosas y también lo es el Espíritu Santo, dado por Dios a
todos los que lo obedecen. (Hechos 5: 32).

Para terminar — Se necesita sumisión a Jesucristo. El día de Pentecostés, todos los
creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. 2 De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al
estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados. 3 Luego, algo
parecido a unas llamas o lenguas de fuego aparecieron y se posaron sobre cada uno de ellos. 4 Y todos
los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el
Espíritu Santo les daba esa capacidad. (Hechos 2: 1–4).

Hoy es necesario convertirse, tener fe— es una orden para los suyos — entonces
estaremos listos para ser —sumergidos, saturados y, empapados por el poder de Dios.

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